La evaluación por objetivos es fundamental en
la llamada sociedad del conocimiento, ya que lo que busca evaluar es el
desarrollo de habilidades, herramientas mentales y métodos de aplicación. Al
conjunto de estos tres elementos (destrezas, contenidos y métodos) es a lo que
se llama competencias. Un buen ejemplo (aunque no nos ha ido muy bien en ella)
es la prueba internacional Pisa (Programme for International Student Assesment)
en que cada pregunta apunta a la evaluación de destrezas, contenidos y
habilidades y no a conocimientos, cuya obsolescencia está a la vuelta de la
esquina. Lo que se busca es potenciar un modelo dinámico de aprendizaje que sea
adquirido para toda la vida y que permita ir adquiriendo y acumulando destrezas
(y desarrollando capacidades) que posibiliten la adaptación en un mundo tan
cambiante como el nuestro. Es una apuesta por el capital humano que, en
definitiva, es la equilibrada ecuación entre conocimientos, destrezas y
competencias relevantes para el éxito personal y de la sociedad.
En la asignatura
de Lenguaje, por ejemplo, se da mucha importancia a la capacidad lectora (una
de las áreas más deficitarias que tenemos), lo que se evalúa a partir de
diversos tipos de textos personales (cartas, autobiografías, etc.), textos
públicos (documentos oficiales, periodísticos, etc.) y otros escasamente
considerados por nuestros docentes de lenguaje (mapas, gráficos, matrices,
etc). Entre los primeros, o textos continuos, se encuentran los siguientes:
narraciones, exposiciones, descripciones, argumentaciones, instrucciones,
registros e hipertextos (fracciones de textos enlazadas entre sí en forma de
unidades que se pueden leer en diferentes secuencias o rutas). Entre los
segundos, o textos discontinuos se analizan gráficos, mapas, matrices,
diagramas, comprobantes, certificados y publicidad).
En cuanto a los procesos
se busca una comprensión global manifestada a través de cinco procesos básicos:
recuperación de la información, comprensión amplia y general, interpretación,
reflexión y evaluación sobre el contexto de lo leído y reflexión y evaluación
respecto de la forma de los textos.
El conocimiento y análisis de este tipo de
pruebas, permite conocer un modelo que posibilita la planificación de nuevos
métodos de enseñanza y de evaluaciones de mejor calidad y significación. En
realidad, el conocimiento y análisis de este tipo de pruebas es una actividad
que ningún docente puede excusarse de realizar.
Temas relacionados: Evaluación por
Objetivos I
prof. Benedicto González Vargas
publicado originalmente en mi
blog de Atinachile el 9 de marzo de 2006
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