Aún recuerdo las clases de Currículo en la universidad
donde el profesor se esforzaba por hacernos comprender algunos conceptos
básicos necesarios que, en aquella época, resultaban más o menos interesantes
no por su valor propio en cuanto a la utilidad que nos prestarían en la etapa
profesional, sino por lo más o menos simpático que nos resultaba el profesor a
cargo. Pecado de juventud que, de seguro, cometimos muchos. Entre aquellas
enseñanzas estaban los llamados "Contenidos" y se nos hacía atender a
la importante diferencia entre contenidos conceptuales, actitudinales y
procedimentales. Hoy quiero referirme a estos últimos porque, sin desmerecer a
los otros, los considero cruciales en la formación de las generaciones que
administrarán el siglo XXI.
Los especialistas suelen decir que los contenidos
procedimentales son el conjunto de técnicas, estrategias, habilidades y
destrezas que los alumnos deben adquirir pues dicho conjunto permitirá
desplegar los conocimientos intelectuales y los marcos valóricos en usos
prácticos y significativos. Es así como las habilidades comunicativas,
creativo-innovadoras, organizacionales, de manejo tecnológico, de búsqueda de
información y otras similares adquieren aquí importancia y sentido. Vale decir,
es el "saber hacer" llevado a la práctica a través de las múltiples
relaciones que pueden desarrollarse en los procesos de enseñanza aprendizaje.
Qué duda cabe, que estos procedimientos, para ser verdaderos y efectivos
requieren de esfuerzos motivacionales y de prácticas sistemáticas y
significativas, siempre voluntarias, metódicas, graduales y controladas. Es
convertir de manera eficiente y eficaz los procesos de pensamiento en
procedimientos que permiten no solo demostrar los conocimientos construidos
sino que, fundamentalmente, desarrollar las habilidades necesarias para que una
persona pueda desenvolverse en sociedad. Tradicionalmente, se habla de los
siguientes tipos de procedimientos: a) De búsqueda de información. b) De
tratamiento y análisis de la información. c) De planificación y organización.
d) De resolución de problemas. e) De desarrollo de habilidades comunicativas y
f) De desarrollo de habilidades metacognitivas. Personalmente, agregaré una
nueva dimensión, que podría estar contenida en otros puntos, pero que prefiero
explicitar a la luz de las urgentes necesidades actuales: g) Desarrollo de
habilidades colaborativas. Revisemos cada uno de estos "desarrollos":
a) Búsqueda de información: Los
estudiantes deben ser capaces de bucear en todo tipo de fuentes, literatura
especializada, textos periodísticos e históricos, internet, encuestas y
entrevistas, enciclopedias, tradiciones orales, etc. Es fundamental que logren
focalizar y contextualizar la información necesaria, manejando diversas
técnicas de apropiación, entre ellas la adquisición de las fundamentales CMI.
b)Tratamiento y análisis de la información:
En esta dimensión las CMI también son fundamentales, especial atención hay que
poner en los diversos modelos que permiten mostrar métodos asimilar, retener y
graficar la información. Hay aquí también habilidades fundamentales que son
necesarias, como la comprensión lectora, la comprensión auditiva, la extracción
de información significativa, la inferencia, la observación sistemática y
metódica, la clasificación y registro de datos, etc.
c) Planificación y Organización:
Se refiere indudanlemente a los procesos que deben efectuar los estudiantes
para aprender a jerarquizar, priorizar, organizar y clarificar sus objetivos y
métodos para alcanzarlos, es el diseño de estrategias a través de una
planificación a la vez rigurosa y flexible.
d)
Resolución de Problemas: Desde los procedimientos rutinarios
propios de cada disciplina en particular, que requieren altas dosis de
observación, estimación, organización, comparación, contraste, clasificación,
registro, análisis, síntesis, interpretación, inferencia, inducción, deducción,
generalización, descubrimiento de patrones y secuencias, reconocimiento de
inconsistencias (propias y ajenas), etc. La resolución de problemas es una
habilidad primordial que debe siempre entregarse no como una receta dogmática,
sino como un abanico de opciones posibles.
e)
Desarrollo de habilidades comunicativas: Urgentes y necesarias
en la Sociedad de la Información, cruciales para el desarrollo laboral y
profesional futuro, inexcusables para una vida plena y feliz. Si queremos que
nuestros estudiantes de hoy estén presentes en el futuro en las conversaciones
que cambiarán el mundo, debemos generar experiencias que posibiliten y
desencadenen el desarrollo de estas habilidades. Aquí se juega en campos tales
como el reconocimiento de los propósitos comunicativos, de las ideas
primordiales, de los elementos paralingüísticos, de la comprensión de diversos
códigos científicos, artísticos y filosóficos, que conformarán su carga
cultural.
f) Desarrollo de habilidades metacognitivas:
Bastante
me he referido ya a este tema, pero no por repetido se debe omitir. La
Metacognición es una potente herramienta de aprendizaje que juega con la
introspección, la autoconciencia, la autodisciplina, el autocontrol y la
autonomía en el aprendizaje. Solo se puede avanzar eficazmente en la conciencia
de lo realizado, en la percepción de lo alcanzado y de las dificultades,
carencias y talentos puestos al servicio de cada proceso de aprender.
g) Habilidades colaborativas: He
agregado a este elemento aún cuando varios opinen que ya está incorporado en otros,
pero creo que la Educación del siglo XXI exige tener muy presente que este será
un mundo de tensiones y paradojas. Nuestros estudiantes de hoy en su vida
futura deberán combinar dosis equilibradas de prudencia y osadía, como ninguna
generación anterior debió hacerlo, deberán ser rigurosamente planificadores y
talentosamente flexibles, pero, al mismo tiempo, estarán en un mundo altamente
competitivo, donde las habilidades colaborativas serán apreciadas. Colaboración
y competencia unidas en una misma habilidad, proyectada a una sociedad
hiperinformada, hipertecnologizada, hipervinculada e interdependiente. Las
habilidades colaborativas hoy deben practicarse en el aula a todo evento y, si
es posible, implementarlas a través de redes informàticas que complementen la
imagen de futuro.
Cierto estoy que nada de lo que digo es nuevo. Tal vez solo
la última idea que, de seguro, ya se iluminó antes en otro sitio. También
entiendo que la carga teórica desplegada debe aterrizarse y hacerse carne en
cada estudiante. En esa búsqueda estoy a diario, con mis niños de sexto grado y
mis jóvenes de primero de secundaria. Entre mis búsquedas teóricas, mis cuatro
palabras balbuceadas y mis enfrentamientos diarios (casi a ciegas) con la
realidad de los niños y jóvenes de hoy. Si encuentro algo, les aviso. Si
encuentran algo, quedo a la espera.
prof. Benedicto González Vargas
Miembro de
Atinachile.
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