martes, 7 de octubre de 2008

¿Por qué no leen los niños?

En mi opinión, hay tres razones fundamentales: 

1. La cultura audiovisual, digital e hipervinculada es mucho más atractiva por la enorme cantidad de información y variedad que ofrece. 

2. Los padres, en general, que tampoco leen demasiado que digamos, no se constituyen como ejemplo de lectura y 

3. La escuela, como institución formadora, hace rato que no logra adecuarse al mundo moderno y sigue entendiendo la lectura domiciliaria como un hecho obligado, forzoso, academicista y aburrido. 


Vamos por parte: Si le preguntamos a un niño qué prefiere hacer y le damos como opciones la televisión, el mp3 o mp4, el computador, el play station o algo similar, un dvd o, incluso, los juegos del teléfono celular o bien un libro, probablemente lo último que elija sea el texto tradicional. Nos vienen entonces todas las complicaciones, remordimientos y hasta algunos enojos y terminamos, muchas veces, castigando a los niños. Es más, en pocas ocasiones los padres se detienen a verificar si sus hijos están leyendo o escribiendo en el pc, algo que en esta época es bastante más común de lo que pensamos. 

2. Si los niños ven que los padres leen algo más que la sección deportiva del diario o el horóscopo, probablemente les llame la atención. Si los niños ven que sus padres leen continuamente libros y revistas, tal vez encuentre que son raros. Digo esto porque muchos especialistas recomiendan leer frente a los hijos para dar ejemplo y creo, firmemente, que eso no sirve de nada en los tiempos modernos, si no va acompañado de otra acción: comentar en familia lo leído, convertir la lectura en motivo de conversación, porque eso sí le entrega valor al ejemplo y permite socializar los contenidos alcanzados a través de la lectura incluyendo entre ésta, por cierto, los libros y textos digitales. 

3. La escuela, por su parte, ha desarrollado una magnífica campaña anti lectura dando a leer textos obligatorios, generalmente aburridos y luego, casi como castigo, tomando pruebas o exámenes dificilísimos, preguntando detalles insignificantes y complicando las respuestas en demasía. ¿Qué conseguimos con esto? Convertir la lectura en una tortura doble, la de la escuela y la de la casa, porque probablemente muchos padres le dicen a los niños "¡apaga la televisión (o el PC, o el DVD, etc.) y ponte a leer!" ¿Alguien puede encontrarle sentido a esto? 

He tenido buena acogida cuando mis alumnos eligen los textos y sobre todo cuando las pruebas o controles de lecturas son entretenidos y dinámicos. Convertir el texto leído en comics, instalar la posibilidad de intervenirlo a través de cambiarle finales, agregarle capítulos, poner y quitar personajes, modificar épocas y ambientes, dibujar un momento del relato, suelen ser buenas maneras de evaluar la lectura sin provocar temor o aburrimiento. Por cierto que es más trabajo para el docente. Pero somos profesionales. 

Otra forma de incentivar la lectura con un valor agregado enorme es el Programade Lectura Silenciosa Sostenida, de Mabel Condemarín, cuando se aplica como corresponde, y sin los acomodos de la improvisación, funciona a las mil maravillas. Finalmente, los seminarios socráticos, pueden incluir el uso dinámico y creativo de las lecturas de los libros de texto y la combinación de estrategias de lectura con comentarios digitales, son altamente entusiasmantes para los niños. Por cierto, de todas estas ideas señaladas, probablemente algunas no funcionen con todos los alumnos, pero más de alguna funcionará para nuestra alegría y sorpresa. 

prof. Benedicto González Vargas

4 comentarios:

  1. Antonio, dice:
    7 octubre 2008

    Totalmente de acuerdo con tus palabras. Son tres factores fundamentales que condicionan el hábito de lectura (o su carencia). Por la parte que nos toca, hay que cambiar el modelo. Quienes miran al pasado para seguir recomendando clásicos (porque ellos los leyeron), tendrían que pensar que en nuestra época, la cultura audiovisual estaba en pañales y no podía competir con la escuela. Ahora, la escuela es, para los adolescentes, ese lugar "desconectado" de la realidad. Habrá que cambiarlo. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. prof. Benedicto González Vargas, dice:
      7 octubre 2008

      Estimado Antonio Me hace mucho sentido la referncia que haces a la cultura audiovisual, porque ése es, quizá, el elemento más importante que diferencia a las actuales generaciones de alumnos de nosotros y ello no siempre es adecuadamente considerado en las prácticas escolares. Gracias por tu comentario, Benedicto

      Eliminar
  2. Diana, dice:
    8 octubre 2008

    hola. estudio diseño grafico y estoy a punto de titularme, mi proyecto consistira en la elaboracion de una revista bimestral para que los niños se interesen mas en la lectura que en los artefactos tecnologicos. uno de los problemas a los que me estoy enfrentando es que no tengo las bases suficientes para comprobar la problematica preliminar, le escribo esto para ver se me puede vrindar ayuda. por su atencion gracias. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. prof. Benedicto González Vargas
      10 octubre 2008

      Hola Diana, interesante proyecto, pero creo que partes de una premisa equivocada: pretender "que los niños se interesen mas en la lectura que en los artefactos tecnológicos" es ir a una causa perdida, no se pueden detener ni retroceder los tiempos. Los aparatos tecnológicos brindan la posibilidad inestimable de multiplicar las opciones de lectura, como ninguna generación antes la tuvo y ni hablar de la reproducción o impresión, toda la biblioteca mundial está a un clic de distancia. Poner los mundos del libro y el tecnológico a competir, es un error. Hay que tender puentes, buscar la colaboratividad, encontrar las conexiones. ¿Te acuerdas cuando en segundo medio estudiaste los textos expositivos? ¡Yo creo en los hipertextos expositivos! Saludos afectuosos, prof. B. Andrés González Vargas

      Eliminar

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.