Llegó a mis manos esta novela infatil / juvenil
de la que había oído hablar varias veces, pero que nunca había tenido
ocasión de leer. Ambientada en la década de los 80, hay varias
referencias a la televisión
de la época, programas como "Vamos a ver", "un millón para el mejor" o
la "mujer biónica", son mencionados profusamente junto a personajes como
"Don Francisco" y algunos dibujos animados.
La novela nos cuenta la historia de las vacaciones de un niño, que va a acampar junto a su familia durante un mes a un fundo al interior de Chillán y donde conoce y hace amistad con un niño de su misma edad apodado "el Negro" (o "neuro", como dice el texto).
Resulta que El Neuro sabe muchas cosas de la tierra, del
campo, de los animales, cosas que no se enseñan en la escuela y que para
el protagonista son admirables. Por otra parte, este joven campesino,
aunque va a la escuela, ignora las más elementales lecciones de
Lenguaje, Matemáticas o Geografía, es más, solo ha visto televisión un par de veces en su vida.
La relación de amistad entre ambos niños permite ir comparando la
vida del campo con la agitación de la vida de ciudad. Los oficios y
costumbres campesinas van desfilando ante nuestros ojos
con sencilla y cuidada nitidez, puesto que a propósito de presentarnos a
la familia del Negro, el narrador nos va entregando antecedentes sobre
las casas, las vestimentas, los gustos alimenticios y los conocimientos
de la gente del campo.
Novela interesante que no busca plantear grandes problemas
existenciales ni muchísimo menos, que no se limita a la manida fórmula
de buscar una enseñanza moral pre-establecida (pecadillo literario muy
común en las obras dirigidas a lectores menores), sino que, simplemente,
buscar trazar unos bocetos lo suficientemente claros respecto de la
vida campesina en contraste con nuestras costumbres citadinas.
A los niños les gusta, aunque la contextualización te,poral, ya
pasados varios años de la publicación de la novela, haya que explicarla,
vale la pena leerla y hacerla leer, especialmente buena me parece si
podemos comentarla con estudiantes de la ciudad que conozcan el campo o
estudiantes del campo que tengan familiares en la ciudad.
prof. Benedicto González Vargas
Me sirvió porq tengo una prueba de ese libro y no lo alcance a leer :)
ResponderEliminarApreciado visitante, estudiante, evidentemente. Me hubiera gustado saber tu nombre. Me alegro que este comentario -ya que no es un resumen- te haya servido de algo. No obstante, te recomiendo que leas los textos, no solo por obligación, sino por placer. Puede costar al principio, pero leer un libro es abrir una ventana al mundo (presente, pasado o futuro), desencadena conexiones y relaciones de aprendizaje, amplí el vocabulario personal, mejora la ortografía y desarrolla habilidades mentales de nivel superior. Cada quién tiene su propio ritmo y método de lectura. Pero no pierdas la oportunidad de leer.
ResponderEliminarSaludos afectuosos!