miércoles, 19 de octubre de 2016

La buena tierra, de Pearl S. Buck



Acabo de leer una novela hermosa que hace mucho tiempo esperaba su turno en mi biblioteca personal. La verdad es que tengo el libro desde hace muchos años y por diversas razones no había penetrado en la bella narrativa de Pearl S. Buck, la escritora estadounidense ganadora del Nobel de Literatura en 1938 y que ha sabido retratar mejor que nadie la cultura tradicional china de principios del siglo XX. Como muchos ya supondrán, me estoy refiriendo a La buena tierra, su novela más famosa, su obra cumbre, para muchos críticos.


La buena tierra es la historia de Wang Lung, quien  es un humilde campesino dedicado a a labrar la poca tierra que poseen con su ya anciano padre. Wang Lung es joven y soltero y desea tener una esposa, su padre consigue para él una esclava físicamente no muy agraciada (los pobres no pueden tener esposas bellas, porque ¿cómo las mantienen si ellas siempre buscarán realzar su belleza con sedas, pinturas y joyas?), pero O-Lan, la esposa de Wang Lung, resulta ser una verdadera compañera para su marido, discreta, ahorrativa, trabajadora y esforzada, cultiva junto a él la tierra y poco a poco van logrando guardar cosechas y monedas de plata, lo que les hará ir mejorando su calidad de vida. O-Lan también le da hijos: tres hijos y una niña que, sin embargo, sufre retraso mental producto de la pésima alimentación que tuvo la familia en un año de sequía.

La historia comienza en la mañana que en la cual el protagonista va a buscar a quien será su esposa.Sigue luego narrando los años de esfuerzo para ir afianzándose económicamente, ahorrando no solo cada moneda de plata que consigue, sino que también cada grano de las cosechas. Poco a poco, la vida va cambiando y empiezan a tener riqueza, lo que permite a Wang Lung comprar cada vez más y más tierras. Pero con la riqueza, empiezan otros problemas: desaveniencia con los hijos, cada uno desea hacer su propia voluntad y no la que desea su padre, como es costumbre. El dinerotambién permite a Wang Lung frecuentar las casas de té, donde conoce a Loto, a quien convierte en su segunda esposa, abandonando para siempre la cama de su fiel O-Lan. Con los años, ya anciano, tomará una tercera mujer, una jovencita que lo idolatró hasta mucho después de su muerte.

La novela no termina con la muerte del protagonista, pero lo deja junto a su joven concubina en sus ya últimos días, mientras sus hijos esperan impacientes la muerte del padre para repartirse sus riquezas.



Novela intensa, atrapante, interesande, de un hondo contenido humano, donde el tema universal de la importancia de la tierra cruza toda la novela, perotambién la novela se ocupa de otros temas no menores y trascendentes, como los ciclos de la vida, la familia y sus siempre complejas relaciones, la disminuida posición de la mujer en la China de principios del siglo XX y los cambios que dicho siglo trajo a las comunidades campesinas de la época.

Esta obra, la primera de una trilogía que abarca tres generaciones de la familia, es la novela más importante de la autora y obra cumbre que cimentó gran parte de su camino al Premio Nobel. Una joya de la literatura del siglo XX, hermosa, humana, simplemente imperdible.

prof. Benedicto González Vargas

Para leer una versión digital de la novela, pinche aquí 

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