Hernán Nemi es un destacado académico argentino del área de la Literatura. Ha enseñado Literatura Contemporánea, Teoría Lieraria y Análisis del Discurso en la Universidad de Morón y otras instituciones. En la presente breve entrevista, publicada en Ñ, N° 318, bajo el título de "El lugar social de las palabras", se refere al concepto de análisis del discurso.
¿Qué es el análisis del discurso?
Es un campo del conocimiento que emplea los saberes surgidos de la Lingüística, la Semiología y la Semiótica para comprender mejor los distintos tipos de discursos. El análisis del dscurso ofrece herramientas teóricas y prácticas que ayudan a una comprensión más acabada, sutil, profunda, de los textos, escritos u orales.
¿Cuándo y en qué contexto surgió esta disciplina?
El análisis del discurso surge a medados del siglo XX. En la década del 10, la publicación del Curso de Lingüistica General, de Ferdinand de Saussere, llevó a que en los ámbitos intelectuales se empezara a mirar con mayor atención al lenguaje como objeto de estudio y reflexión. Pero Saussere distingue la lengua del habla. Y si bien reconoce que la lengua es una abstracción, mientras que el habla es concreta, real y palpable en la expresión de los usuarios del Lenguaje, también afirma que habrá que contentarse con estudiar la lengua, porque el habla es individual, variable e irrepetible.
¿Cuáles son las fuentes clave del análisis del dicurso?
En las décadas del 50 y 60, los trabajos de Emile Benveniste, en Francia, y Mijail Bajtiín, en la Unión Soviética, son los que empiezan a plantear la posibilidad de analizar discursos concretos. Bajtín es quien llama la atención sobre la posibilidad de analizar diferentes discursos, porque si bien cada uno de ellos es indiviual, se inserta en una esfera más amplia, social, que son los géneros discursivos. Por ejemplo, un político que da un discurso en un acto, o una cocinera que escribe un libro de recetas no está "inventando" ese género. Se inserta en una tradición genérica que le marca límites, estructuras, posibilidades e imposibilidades.
(Tomado de Revista Ñ N° 318, 31 de octubre de 2009).
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