Revisando las siempre interesantes páginas de la Organización de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la tecnología (OEI), me encuentro con articulo relativo al Aprendizaje-Servicio (ApS), propuesta educativa de Pedro Uruñuela que reúne diversas metodologías activas y las re-ensambla bajo este concepto. En el Aprendizaje -Servicio se busca detonar el aprendizaje a través de la experiencia práctica y, a la vez, una acción al servicio de la comunidad, generándose de este modo una metodología práctica, sencilla y significativa.
Dice el autor en su libro Aprender cambiando el mundo que son muchas las actividades y métodos útiles para la labor educativa: partir de los centros de interés, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje cooperativo, una buena lección magistral, los trabajos de campo... etc, el ApS presenta una propuesta que, sin excluir estas metodologías y tomando aspectos importantes de cada uno de ellas, aporta un nuevo enfoque y ofrece a todos los alumnos una oportunidad ede aprendizaje única.
Uno de los elementos más interesantes que rescato de esta propuesta metodológica es que se hace cargo de una queja permanente del alumnado: Nuestros estudiantes no encuentran sentido a lo que aprenden y una de las preguntas que más nos reiteran a los profesores es "¿para qué me sirve esto?" El ApS que une al mismo nivel de importancia aprendizaje y servicio a la comunidad, permite que los estudiantes vivencien directamente y como protagonistas la utilidad de aquello que aprenden para dar respuesta y solución a los problemas propios y del entorno, por eso el autor lo presenta como un método muy potente y motivador. Además, señala Urruñuela, contribuye a mejorar la relación interpersonal del alumnado con sus profesores. Al estar más a gusto y llevar a cabo un proyecto propio, los alumnos adoptan una actitud mucho más positiva.
Otra dimensión interesante que es necesario destacar es que este modelo educa para la vida, pues parte de problemas reales y concretos, y propone un servicio como respuesta y solución a ellos. Ése es el elemento clave de su utilidad y su eficacia.
A todo lo anterior, debemos agregar que el ApS fomenta la relación con otras personas, organizaciones e instituciones que trabajan en el entorno social de la comunidad educativa, ya que propone la generación de redes con todos ellos, incorporándolos a la labor educacional e involucrando en el aprendizaje a toda esa comunidad y sus redes.
Finalmente, este es un método que genera consciencia social, que promueve y estimula la ayuda a la comunidad, que conlleva un germen innegable de emprendimiento social y que vale la pena ver e intentar replicar.
prof. Benedicto González Vargas
Para descargar el libro de Pedro Urruñuela, pinche aquí
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