Stein nació en 1891 en Breslau, Silesia (hoy Polonia), siendo la menor de una numerosa familia judía, se convirtió al catolicismo en 1921, estudió filosofía en la Universidad de Gotinga, pero también cursó otros estudios -Psicología entre ellos- en Breslau, Friburgo y Breslavia. Fue discípula de Edmund Husserl y también de William Stern. Brillante en todos los aspectos, su carrera académico fue cortada con la llegada del Nacionalsocialismo a Alemania.
Luego de un largo camino académico, suspendido por la I Guerra Mundial donde sirvió como enfermera (y estudió también para ello), empieza a acercarse al cristianismo. San Agustín, Ignacio de Loyola y Kirkegaard empiezan a ser lecturas frecuentes. Entra a la Orden Carmelita en 1933, pero la odiosidad antisemita del gobierno la envió a los campos de concentración y exterminio de Amesfoort, Westerbork y finalmente Auscwitz, donde murió en los infames baños de gas.
Sin lugar a dudas es notable recordar a esta figura enorme de la Filosofía y la religiosidad. Santa Teresa Benedicta de la Cruz -Edith Stein- bien merece este libro y muchos estudios más. Alguna vez nos referimos a ella en este artículo publicado en 2018.
Buscaré el libro de Florencia Martínez y, por cierto, cuando lo lea, lo comentaré. Por el momento, me alegro que se haya publicado.
Benedicto González Vargas
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