Labor creativa de los juglares en la Edad Media

 

El juglar era un artista popular en la Edad Media, viajaba de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad,  ganándose la vida entreteniendo con sus narraciones a su público, para ello, ponía especial interés en no perder la atención del público el que, además, en muchas ocasiones se iba incorporando durante la entrega del relato y, por ello, muchas veces  repetía, con algunas variaciones, parte de las hazañas del héroe del que estaba hablando. Vale decir, iba adornando y modificando la historia a partrir de su propia imaginación, que ponía al servicio del relato aprendido. También, por cierto, tenía en consideración el interés y afectos de su auditorio.

El público, a su vez, escuchaba atentamente los relatos, memorizaba los fragmentos que más le interesaban o que le parecían más atractivos y luego los repetían, a su vez, entre sius propias familias o frente a otros oyentes.

De ese modo la historia original -si es que alguna vez la hubo- seguía modificándose exponencialmente, cambiaban o se omitían algunos pasajes, se añadían nuevos episodios, se modificaban otros y se olvidaban algunos. A este fenómeno lo llamamos literatura oral y precede a la fijación de los textos mediante la escritura. Fue una literatura colectiva que pertenecía a todo el pueblo

Fueron estos juglares, también, los que al acentuar algunos momentos interesantes y recordarlos de manera separada de la historia central, quienes crearon los romances, texto poético que recuerda, de manera abreviada, a los grandes cantares de gesta de la época.

En definitiva, esta constante actividad de recreación fue enriqueciendo, empobreciendo u olvidando parte de los relatos y creando variantes entre los mismos dependiendo la época y la región.

prof. Benedicto González Vargas

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