jueves, 4 de noviembre de 2010

Hacia una caracterización de la creatividad

Desde hace algunos días y motivado por el libro del profesor chileno Ricardo López,  he estado escribiendo sobre la Creatividad, particularmente desde un enfoque educativo, pero no he abordado aún una caracterización de ella. El siguiente artículo busca hacerlo. 

 Cuatro elementos fundamentales se conjugan para que podamos hablar de creatividad, todos de gran importancia, ellos son: 


1. Fluidez: se refiere a la capacidad para procesar y elaborar un gran número de relaciones entre ideas y situaciones. 

2. Flexibilidad: entendida como aquella capacidad que nos permite movernos por diferentes planos de ideas, buscar respuestas variadas, modificar ideas y conceptos que hemos ido adquiriendo y, en definitiva, alejarnos de cualquier rigidez conceptual. 

3. Originalidad: en el sentido de conseguir algo nuevo, único, un enfoque diferente que puede, incluso, causar sorpresa y es impredecible. La originalidad no viene de crear desde la nada, sino de recrear desde lo empírico y procesarlo desde el conocimiento. 

 4. Conectividad: Relacionar, integrar, combinar y asociar elementos para, de ese modo, buscar una nueva unidad que reorganice y reestructure lo anterior. 

Con estas cuatro premisas básicas se nos va configurando una idea de la creatividad que nos permite reconocer en ella una actividad que reúne diversas experiencias y conocimientos que se encuentran separados entre si y logran combinarse y asociarse para generar una realidad nueva e integrada que, además, es significativa o relevante, pues la creatividad que nos ocupa tiene que tener un componente pragmático y la utilidad de estas nuevas asociaciones es también un requisito. 

Efectivamente, debemos admitir y aceptar que los resultados creativos no sólo se definen por el componente de originalidad, sino que también por lo relevante, útil, valioso o pertinente de ellos. Se trata siempre de una respuesta que busca solucionar un problema, remover un obstáculo, reinstalar la armonía en algo o bien alcanzar un grado de perfección mayor en alguna realidad conocida. No debemos olvidar, en todo caso, que lo relevante y útil se ubica siempre en contextos muy precisos, pues la realidad humana nos enseña que los que es útil o importante para algunos grupos sociales, no lo es para otros, esto nos lleva a reconocer un componente subjetivo que cruza la creatividad y que tiene que ver con lo original y lo práctico que pueda resultar un acto o producto creativo desde la perspectiva de quien lo observa, valora y juzga a partir de sus propias experiencias. 

Otro elemento importante que no debemos olvidar es que existen distintos niveles de creatividad, todos importantes, pero diferentes. A saber, personal-grupal, organizacional-institucional y nacional-planetario. Cada uno de ellos, con sus dos componentes (uno mayor y otro menor), es el piso del nivel siguiente y no puede accederse a éste sin haber superado el anterior. Además, los niveles de poder, influencia y conocimientos requeridos se van haciendo mucho mayores en la medida en que se avanza en estos grados. Por lo tanto, si habíamos afirmado que la creatividad es algo que todos tenemos, lo reafirmamos ahora, pero señalamos que solo el primer nivel está abierto a todas los seres humanos, pues los siguientes requieren de mayores exigencias y preparación. Entender esto y transmitirlo a nuestros estudiantes equivale a hacer la diferencia entre dejar una huella indeleble en ellos al abrirles las puertas de su desarrollo creativo o a seguir contribuyendo a formar ciudadanos especialistas en respuestas prefabricadas incapaces de enfrentar un proceso de cambio donde las respuestas no existen y los desafíos los superan.  


prof. Benedicto Andrés González Vargas 

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