martes, 24 de enero de 2012

La República de Jorge Ibáñez

Ha fallecido un hombre público de una factura humana e intelectual que no es común. Ex parlamentario, miembro del Tribunal Calificador de Elecciones, del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos, del Instituto O'Higginiano y de otras importantes instituciones, como la augusta Orden Masónica, por ejemplo. Me entero hoy que se ha ido en el silencio de los grandes. Una columna de Sebastián Jans en Radio Portales, que reproduzco in extenso, rinde un último homenaje a don Jorge. los invito a leerla y comentarla:


"La república de Jorge Ibáñez Vergara 
por Sebastián Jans Pérez 

La república, Esa idea de país que nos dejaron sus gestores emancipacionistas, Ha sido un proceso en constante construir y deconstruir, con avances y retrocesos, con constancias y deserciones, que nuestra sociedad muchas veces ni siquiera advierte en su afirmación cotidiana, producto de las contingencias y las inconstancias de una clase política incapaz de sostener sobre sus hombros una verdadera dimensión de civismo. 

Quienes creemos firmemente en la república como expresión de la construcción política societaria, fundada en el ejercicio de la ciudadanía por todos y cada uno de sus componentes, siempre hemos tenido a la vista las emblemáticas figuras, que expresan en sus ideas y en su acción de vida, el bagaje y el acento de un contenido emblemático comprometido con la más fidedigna expresión de lo republicano. 

Hay pocos tribunos republicanos en la chata realidad de la política chilena de hoy -demasiado voluntarista y ligada a círculos cerrados de poder -; hay pocos que se atreven a mirar al país como una historia y como un proyecto, al mismo tiempo; hay pocos que se atrevan a dimensionar una idea integral de ciudadanía, así como hay pocos que se atrevan a entender el ejercicio democrático como una expresión de voluntades que tiene una narrativa nacional asociada a una idea de país, donde todos tienen una parte en el hacer, en el decir y en el decidir. cuesta encontrar hombres que miren a Chile hacia adelante, dos o tres generaciones, con el firme sustento del profundo conocimiento de su evolución histórica. 

Ahora, hay uno menos, porque ha muerto Jorge Ibáñez Vergara. se ha ido un hombre público, que unía las historias de los últimos 50 años de Chile, en una mirada de país, que entroncaba de manera efectiva la retrospectiva con la perspectiva, con el pensar y el hacer de manera coherente, con responsabilidad, con la capacidad de hacerse cargo del peso de los errores, enseñando a partir de ellos. se ha ido un espíritu libre, con profundas convicciones republicanas. 

Y se ha ido en la indiferencia de muchos de los actores que usufructúan de las instituciones que se ha dado la república, sin asimilar intelectual y conceptualmente el sentido político que ellas expresan.

Fue parlamentario y presidente de la Cámara de Diputados, fue artífice de las garantías constitucionales en 1970, dirigente político partidario, funcionario público, protagonista importante de las contingencias de fines de los años 60 y principios de los 70. su currículo es copioso y múltiples son las instituciones y organismos que conocieron de su acción pública y de su voluntad servicio republicano. 

Sin embargo, ninguna de las instituciones a las que sirvió anteriormente con tanto brillo, estuvo en el momento de sus exequias. ni un edecán a nombre de, ni un representante oficial de los partidos políticos, nadie de gobierno. solo sus amigos y las instituciones que recibieron su aporte y legado en las décadas más recientes: el Instituto O´Higginiano, el Club de Leones, la Masonería, los referentes laicistas. entre sus amigos, el homenaje emocionado de Luis Valentín Ferrada y Roberto Muñoz Barra. También estuvo presente la última institución republicana a la que prestó servicios, el Tribunal Calificador de Elecciones, del cual era miembro titular, representado por la palabra del ministro de la Corte Suprema, don Sergio Muñoz. 

Todos los que expresaron su homenaje recordaron su personalidad, su amistad cívica, su capacidad de diálogo, su pasión reflexiva, su sagaz comprensión para entender los procesos políticos, su profundo conocimiento de la historia chilena, su convicción democrática, su perseverante progresismo. su sencillez y cercanía. 

En los últimos 20 años, Jorge Ibáñez Vergara realizó un vasto quehacer intelectual, dentro de dos expresiones a las que se dedicó con esmero y distinción: un trabajo historiográfico significativo en torno a los inicios de nuestra historia republicana, especialmente en torno a la figura del padre de la patria, don Bernardo O´Higgins, figura republicana fundacional por excelencia, que ha sido instrumentalizada por algunos autoritarios y distorsionada por otros que posan de progresismo; y un decidido aporte al pensamiento laicista, que lo transformó en un motor capaz de impulsar múltiples esfuerzos en su difusión, no solo en el ámbito nacional sino en toda América Latina. 

Adicionalmente, como director de la revista Occidente por un decenio, impulsó la reflexividad laica y sus editoriales expresaron de manera cierta sus ideas sobre las problemáticas nacionales. siguiendo esos planteamientos es posible tener una visión de primera mano de la idea de república de Jorge Ibáñez Vergara. 

Con mérito reflexivo formula una concatenación precisa entre el ideario de los hombres de la independencia, con los distintos episodios de nuestra historia nacional, para proyectar al hacer de hoy las tareas de profundización republicana, los desafíos inmediatos del ejercicio ciudadano y el aseguramiento de las libertades que permiten el libre pensamiento y los derechos de conciencia. en su reflexión estaba la dialéctica síntesis de la recuperación y re-creación de las nociones de nacionalidad, de chilenidad, de ciudadanía, de patriotismo, de igualdad, de justicia social, de civismo.

A partir de hoy Chile tiene un tribuno republicano menos. Se ha ido uno de aquellos que han hecho historia sin aspavientos ni arrogancias, con la pulcritud de su pensamiento, con la laboriosidad que hace las obras fecundas. camina por la historia, definitivamente, para que, todos los que aprendimos de su sabiduría, encontremos en sus ideas, la inspiración para seguir promoviendo la república que Jorge Ibáñez Vergara representaba, la verdadera, donde el ciudadano es protagonista y constructor, donde los representantes del pueblo deben representar al pueblo, donde los principios adornen las acciones, donde las libertades de conciencia deben ser efectivas en todos los planos, donde todos tengan sus derechos garantizados, y sientan el virtuoso estímulo de la chilenidad." 

Vaya desde aquí mi recuerdo a un hombre íntegro, de extraordinaria lucidez intelectualal, que tuve la oportunidad de conocer y apreciar. 

prof. Benedicto González Vargas

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