Estado de las TIC en la formación de profesores

Desde hace ya un año estoy trabajando en una destacada universidad chilena en la cátedra de Alfabetización Tecnológica, tengo a  cargo poco más de una treintena de estudiantes de primer año de Pedagogía, en quienes intento incentivar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic) en educación escolar. A partir de ese antecedente, puedo señalar que mis reflexiones al respecto de cómo insertar las tic en la formación inicial docente me han llevado a percatarme de algunas dificultades o barreras que es necesario identificar para luego intentar superar.

Asimismo, dado mi interés por el tema -que es mi segunda especialidad docente- siempre ando en búsqueda de información, y me encontré en la Revista Iberoamericana de Educación un interesante artículo de los docentes Juan Silva Quiroz y Andrea Astudillo Cavieres, titulado Inserción de las tics en la formación inicial docente: barreras y oportunidades, que me ha servido para contrastar y complementar mis propias apreciaciones.

Lo primero que debo señalar es que me llama profundamente la atención que las nuevas generaciones de docentes tienen poco o nulo conocimiento del uso de las tic en educación, salvo que sea por iniciativa propia. Acostiumbro a recibir estudiantes en práctica y por ello conozco de cerca sus habilidades informáticas y cómo las aprovechan en Educación. He tenido profesores en práctica de universidades de las llamadas tradicionales y de las llamadas privadas, algunos de instituciones de renombre y otros de universidades menos conocidas, pero la inmensa mayoría de esos estudiantes, no han sido convenientemente preparados para usar las tic en educación y, aquellos que han tenido una pincelada de su uso, no pasan de utilizarlas como una herramienta personal, sin que ello impacte verdaderamente en el aprendizaje de los estudiantes. 

1. Por lo tanto, la primera dificultad que detecto es la falta de verdaderos y eficientes planes de alfabetización tecnológica en varias instituciones. El nivel exhibido por los egresados de las distintas universidades chilenas es muy dispar, incluso entre distintas especialidades docentes de una misma universidad. Ello pese a que el Ministerio de Educación promueve e impulsa la adopción de estándares para la formación de profesores

2. Las razones para propiciar un cambio metodológico que incorpore las tic están poco conceptualizadas y no se demuestran con claridad. Hay especialidades docentes donde los estudiantes creen que las tic tienen poco impacto en su formación.

3. Los cambios tecnológicos, la obsolescencia de conocimientos, la necesidad de actualizaciones a versiones recientes de programas, antivirus y aplicaciones, provocan en los profesores la sensación que deben estar al día en  en muchos frentes, lo que lleva a dificultades para asumirlos, no nos olvidemos que, en general en Educación, los cambios, los usos y las costumbres transcurren con escasa rapidez.

4.Los cambios requieren recursos que en la mayoría de los casos no abundan y que parecen "desaparecer" una vez que las innovaciones se han puesto en marcha.

5. Los usos pedagógicos de las tic requieren una adecuada convergencia entre distintos estamentos, algunos muy poco preparados en el tema tecnológico, y otros con escasa mirada pedagógica. Por ejemplo, los miembros de la UTP, los docentes, los técnicos en computación, etc. No es extraño que algunas necesidades pedagógicas no sean claramente comprendidas por los encargados de mantención y viceversa.

6. Los cambios se presentan aislados de otras estructuras que no cambian (currículo, evaluación, etcétera), lo que dificulta mucho la integración entre ellas.

7. No se busca el compromiso con personas claves que pueden contribuir al cambio desde la ayuda y el ejemplo al resto de los colegas.

8. Insuficiencia de copias de software, insuficiente numero de computadoras que pueden acceder simultáneamente a la web.

9. Entregar la responsabilidad de la alfabetización tecnológica a una sola asignatura, sin incorporarla a otras prácticas de otras cátedras, lo que dificulta que los futuros docentes visualicen su uso más allá de una herramienta personal.

10. La escasa experiencia personal como estudiantes escolares de los futuros docentes de haber visto clases con uso pedagógico de las tics, especialmente en algunas asignaturas como Matemáticas, Química, Artes y otras.

Esas reflexiones, algunas propias y otras ajenas, me hacen sentido en cuanto a la dificultad de transmitir el buen uso de las tics a los futuros docentes, pero sé bien que esta tarea no es algo que podamos realizar en poco tiempo y nuestra labor es seguir, día a día, intentándolo.

prof. Benedicto González Vargas