jueves, 5 de diciembre de 2013

Las cuatro plumas, de Alfred E. W. Mason

Acabo de terminar de leer esta intersante novela, de cuyo autor poco sabía antes de empezar a leerla y aunque la breve reseña del libro no daba para entusiasmarse mucho, debo señalar que su lectura ha sido una grata e interesante sorpresa.

En efecto, la obra ambientada entre Inglaterra y Sudán, en las postrimerías del Imperio Británico de ultramar, logra conjugar en forma adecuada y amena elementos tales como el amor, el honor, la lealtad, el sacrificio y la aventura.


La obra se inicia con la presentación del protagonista, Enrique Feversham, cuando en plena adolescencia es invitado por su padre a asistir a una cena con ex-militares que recuerdan la guerra de Crimea. En dicha ocasión, el joven se siente impresionado ante tanta valentía y esfuerzo que se pintan en los relatos de los comensales. Las imágenes de una larga dinastía de Feversham, todos ellos héroes del ejército impresiona e intimida a Enrique.

Tiempo después, y justo cuando va a empezar la guerra en Sudán, Enrique abandona e ejército, impelido por el deseo de desposar a la bella Ethne. Sin embargo, este sencillo acto es visto como una muestra de cobardía que debe ser castigada. Tres de sus mejores amigos lo acusande ello a través de sendas plumas blancas que, en la época,representan la cobardía.

Enrique, que estaba muy enamorado de Ethne, recibe las plumas cuando está con ella, pocos días antes de su matrimonio. La joven, impresionda ante esas tres conduntentes declaraciones, decide agregar una pluma personal al agravio y romper el compromiso.

Lo que sigue es la noble historia de Enrique por demostrar que no es cobarde y el empeño y esfuerzo que pone en reivindicarse, aùn a costa de su propia seguridad. Es aquí donde personajes como Willowhby, Trench, Durrance y Sutch, adquieren gran relevancia en esta trama para, muchas veces sin esperarlo, contribuir a la recuperación del honor por parte de Feversham; cosa bastante compleja, puesto que Willowhby y Trench fueron dos de los 3 acusadores originales de la supuesta cobardía de Enrique y Durrance, que había sido su gran amigo, ahora estaba comprometido en matrimonio con Ethne y la reivindicación de Feversham lo afectaba directamente.

Novela notable, elegante y bien escrita, es una delicia su lectura.

prof. Benedicto González Vargas                                  

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