Entornos Virtuales de Aprendizaje para el Siglo XXI

Imagen obtenida de www.paradisosolutions.com

Hace algún tiempo estudié en el Centro de Altos Estudios Universitarios y Virtual Educa, en un programa de la Organización de Estados Iberoamericanos, un Posgrado en Entornos  Virtuales de Aprendizaje, programa que aún está vigente y que recomiendo mucho. 

En algunas oportunidades, hay estudiantes, apoderados, incluso colegas, que me preguntas qué es o cómo definir un entorno virtual de aprendizaje que, si me permiten decirlo, más me parece a mí que debiera decirse "entorno virtual de enseñanza-aprendizaje" (EVE-A). Y si debo intentar definirlo, para dar respuesta a esa pregunta anotada más arriba, podría decir que corresponde al conjunto de información académica, actividades formativas y herramientas de trabajo, que se encuentran en un entorno informático/telemático que buscan desarrollar un proceso de enseñanza - aprendizaje, donde confluyen estudiantes y profesores, incluso otros miembros de la comunidad educativa. 

En un artículo publicado acá mismo por allá por 2005 (¡hace 12 años!) titulado Aulas virtuales ya me referí a estos entornos y señale que el aprendizaje académico debe salir de las aulas físicas para así  lograr penetrar los hogares, aportando una multiciplicidad de informaciones paralelas que pueden complementar el trabajo de los alumnos (lecciones, guías de trabajo, simuladores, lecturas, bibliotecas y museos virtuales, foros, comunicación con docentes y pares, evaluaciones en línea y, tal vez un elemento importantísimo poco mencionado: una atención más directa y personalizada, que puede ser inmediata o diferida) La deslocalización de la información y la disponibilidad de cada vez más herramientas comunicativas exige plantearse cuáles serán los nuevos roles que deberán desarrollar profesores y estudiantes, alejándose cada vez más del antiguo paradigma en que el docente debía entregar toda su sabiduría e información a sus alumnos  

Ese EVE-A es, entonces, fundamental, porque toda esa información, actividades y herramientas señaladas más arriba -y que están disponibles todos los días del año y las 24 horas-posibilitarán que nuestros estudiantes acceder no solo al conocimiento, sino que, dependiendo de aquello que los docentes vayamos dejando en la red, también podemos generar cooperación, interacción e identidad.

En un artículo reciente, que va en nuestra misma línea, titulado "La didáctica en la sociedad del conocimiento y los entornos virtuales de aprendizaje", se dice que en la Didáctica, como técnica que se emplea para manejar el proceso de enseñanza-aprendizaje, de la manera más eficiente y sistemática posible, intervienen los siguientes concurrentes: 

a) El profesor.

b) El alumno

c) Los contenidos

d) El contexto del aprendizaje. 

e) Las estrategias metodologías o didácticas. 

Y que es muy importante definir la función de cada una, especialmente las diversas y variadas estrategias metodológicas que "consisten en un procedimiento o conjunto de pasos o habilidades que un estudiante adquiere y emplea de forma intencional como instrumento flexible para aprender significativamente y solucionar problemas y demandas académicas" (Díaz y Hernández, 1999).

Es fundamental tener presentes estos conceptos porque si hablamos de Didáctica en educación -y lo hemos hecho desde siempre- debemos convenir que también debe ser considerada en las aulas virtuales de manera específica, pues hay diferencias entre las consideraciones metodológicas en una entre una enseñanza presencial y otra virtual. 

También hace ya largos años me referí, a la necesidad de una planificación adecuada en las actividades propias de la Informática Educativa, en el artículo A fundar la Pedablogía, pero con una buena planificación y, aunque está enfocado al uso de los blogs, sus ideas son extensibles a cualquier entorno informático.

Como puede apreciarse, es un tema no menor al que siempre es necesario volver para revisar, aprender, mejorar y readaptarnos permanentemente en nuestra labor docente para así aspirar a entregar educación de calidad en este cambiante e interesante siglo XXI.

prof. Benedicto González Vargas