Me voy a salir de mis temas habituales porque el
siguiente trabajo del notable escritor venezolano Jorge Gómez Jiménez así lo
amerita. Porque él vive el día a día venezolano y porque tiene la mirada amplia
y limpia de los escritores cuya único compromiso es la libertad de expresión.
Un hombre que cree en la Literatura, mas no en la necesidad de una función en
ella, es un hombre creíble, porque no está pegado a dogmas de ninguna
naturaleza.
El artículo en comento es el siguiente: El país de los eufemismos Categoría: Fraudes y engaños.
Eufemismos,
Eufemismo, dice el Drae, es una manifestación
suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o
malsonante. En cristiano, un eufemismo es una de las más ridículas formas de la
mentira. Expresarse con eufemismos equivale a torcer la información de manera
que se adecue a nuestros intereses, bien sean éstos políticos, económicos o
simplemente estéticos. Venezuela es el país del turismo, del desayuno con
arepas, de las mujeres bellas, del humor franco. Pero Venezuela es también el
país de los eufemismos.
Veamos algunos ejemplos.
* Es un eufemismo decir que el
cese de operaciones de la televisora privada Radio Caracas Televisión responde
a la finalización del lapso establecido en la última concesión obtenida por el
grupo 1BC. La verdad es que Radio Caracas Televisión fue cerrada -utilizando
para ello el eufemístico recurso legal de no renovar la concesión- por
mantenerse en una posición adversa a la del gobierno venezolano.
* Es un
eufemismo decir que el cierre de RCTV se justifica por los sostenidos pecados
de la empresa y de sus ejecutivos, encabezados por el oscuro señor Granier. La
verdad es que en un estado de derecho todos esos pecados pueden ser combatidos
por las vías legales sin necesidad de llegar al cierre. Incluso los actores de
televisión que trabajaron en el canal, y que ahora aparecen en los medios
oficiales denunciando cómo fueron maltratados por RCTV, pudieron recurrir a
instancias legales en su momento. De cualquier manera, todos sabemos que muchos
de quienes prefirieron bajar la cerviz y no denunciar los atropellos de RCTV,
actuaron bajo la certeza de que el gobierno no los iba a ayudar (ni este
gobierno ni cualquiera de los anteriores).
* Es un eufemismo decir que RCTV
representa un bastión de la libertad de expresión. La verdad es que RCTV es un
gobierno en pequeño que reproduce en sus predios los mismos vicios del gobierno
venezolano, incluyendo el desprecio por la libertad de expresión.
* Es un
eufemismo decir que cualquier iniciativa comunicacional emprendida a instancias
del gobierno representa esa entelequia que se ha dado en llamar "la televisión
que queremos".
La verdad es que, como nadie tiene derecho a indicarme cuál es
la televisión que quiero (querer es un acto individual, aun en la sociedad más
socialista jamás ideada), no existe una planta televisiva que cubra todas las
necesidades de información, educación y entretenimiento. No existe porque no
puede existir: es humanamente imposible. Por eso se ha establecido (al menos en
el papel) que la libertad de expresión en un Estado moderno debe ser absoluta:
porque no existen parámetros para diferenciar límites de censura.
* Es un
eufemismo decir que las agudas críticas que se le hacen al gobierno venezolano
en los medios es una muestra de la "absoluta" libertad de expresión en
Venezuela. La verdad es que, si bien cualquiera puede decir lo que sea, todo
aquel que opine en contra de los intereses del gobierno pronto será acusado de
comer niños o violar abuelas, y tarde o temprano pagará sus pecados, bien por
las vías legales -como ocurrió con RCTV- o bien por las otras vías, como le
ocurre a todo aquel que es defenestrado en programas como La Hojilla o en las
mismas intervenciones públicas del presidente. La verdad es agria, por ello hay
que maquillarla.
El eufemismo es, así, el arma más recurrida por quien le teme
a la libertad y, por ello, enarbola esa presea del mal gusto que es el lenguaje
políticamente correcto.
Escrito por Jorge Gómez Jiménez.
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