Así de simple, este es un problema de urgencia. En un post anterior conté por qué me interesa la Educación
y por qué estoy en ella, creo que los docentes tenemos una responsabilidad
social importante e ineludible, que es preparar a nuestros estudiantes para
enfrentarse con éxito al mundo cambiante, tecnologizado, , hipervinculado,
globalizado y competitivo en que vivirán, donde las redes informáticas y
comunicativas nos tendrán literalmente a un dedo del resto del mundo.
Ese hecho, que cambiará -como ya lo está haciendo- las
relaciones laborales, exige el desarrollo de una competencia específica para el
manejo y procesamiento de información, que posibilite afrontar exitosamente la
búsqueda, selección, organización, manejo y evaluación de muy diversas fuentes
informativas para provecho personal y social. Dicen los que saben, que el
conocimiento impreso se duplica cada 8 años y en los últimos 30 se ha generado
más información que en los 5.000 años anteriores. Eso no debe sorprendernos
porque ahora es posible publicar en Internet lo que se desee, es fácil y
económico, además no hay ningún tipo de control o verificación de calidad, lo
que debe hacernos cada vez ser más prudentes y selectivos con la información
que manejamos. La empresa Netcraft, informó que en diciembre de 2001 existían
más de no 36 millones de sitios Web. En 2006, esa cifra, según la misma
Empresa, alcanzaba ya los 86 millones de sitios web.
¿Cómo buscar la información es esa marea de páginas? Ese es el
problema de nuestros estudiantes y los modelos CMI son una gran ayuda
porque, según nos dicen en Eduteka, "tiene
profundas implicaciones para los maestros, estudiantes, bibliotecas,
bibliotecólogos y especialmente para el sistema educativo. Requiere que el
estudiante esté en capacidad de definir claramente un tema o área de
investigación; seleccionar para facilitar la búsqueda las palabras claves que
expresen el concepto o tema de investigación; formular una estrategia de
búsqueda que incluya las diferentes fuentes de información y que entienda las
formas como estas se encuentran organizadas. Pero también se debe estar
capacitado para analizar los datos recolectados a fin de valorar su
importancia, calidad y conveniencia; para finalmente convertir la información
en conocimiento".
No parece posible que la Familia emprenda esta tarea. Y no
podemos esperar que los alumnos lo descubran por sí solos, salvo que, claro
está, induzcamos un potente proceso metacognitivo que lo permita. Por eso,
evidentemente, por ética profesional, por compromiso moral y por vocación, es
labor de la escuela.
Manejar las CMI implica no sólo un manejo tangencial de las
herramientas computacionales, sino un conocimiento más profundo respecto de
información, redes, enlaces y fuentes, sin olvidar el uso práctico, productivo
y ético de los medios. Como dicen en Eduteka, un verdadero "aprender a
aprender", a partir de una realidad cotidiana vinculada a un concepto
anticipatorio del desarrollo social.
Es crucial que nuestros estudiantes adquieran las técnicas que
les permitan ser eficientes localizadores y consumidores de información, porque
ella es vital para continuar educándose a lo largo de sus vidas que es,
probablemente, el dato más certero que tenemos de las necesidades reales del
mundo que viene. Para decirlo de otra manera, más tajante aún: No habrá una
verdadera Educación para el Emprendimiento, sin la práctica necesaria que
permita el desarrollo de las CMI. Ese es el punto.
prof. Benedicto González Vargas
(Gracias por pinchar en la publicidad que acompaña a este artículo)
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