miércoles, 26 de diciembre de 2007

Los dragones de Camilo

En un artículo publicado en el pasado mes de octubre, el Rector del Colegio Altamira, Camilo Herrera, una de las personas más talentosas y preclaras en lo relativo a los cambios que necesita el sistema educacional, publicó en su blog una historia que no puede dejar indiferente a ninguno de quienes creemos que la educación es el vehículo del progreso humano. Ahora que en Chile y el mundo se habla tanto de calidad y significación, esta fábula de Roger Schank, que les presento es una buena lectura para empezar a pensar y reflexionar: 


Érase una vez un reino invadido por dragones: Sus habitantes estaban aterrorizados y para poner remedio a esta desesperante situación, decidieron diseñar un nuevo curriculum académico y preparar a sus mejores jóvenes para combatirlos. La mejor Universidad del país fue la encargada de entrenar a los jóvenes guerreros en el arte de matar dragones. La Universidad seleccionada contaba con un claustro de profesores con amplios conocimientos sobre multitud de aspectos que serían muy útiles para los futuros cazadores de dragones. Así que el claustro se reunió y formó un comité responsable del diseño del curriculum de un Master en Caza de Dragones(MCD). Este comité estaba compuesto por los profesores mas sabios de la Universidad y por tanto incluía profesores del área de Ciencias y del área de Letras. Había también representación del mundo de las Leyes y el Derecho, de Economía y Administración de Empresas y de Medicina. Por supuesto, no podía faltar la facultad de Ingeniería y la de Humanidades. De un grupo tan erudito, formado por los mejores y mas brillantes, solo podía esperarse lo mejor a la hora de instruir a aquellos que quisieran aprender a matar dragones. 

En la reunión de planificación del currículum, todos estuvieron de acuerdo en que cada una de las facultades y cada profesor tenía algo importante que aportar. Los profesores de la facultad de Economía y Administración de Empresas manifestaron su preocupación respecto de la necesidad que futuros cazadores de dragones comprendieran como financiar una expedición de caza de dragones, además supiesen lo importante de escribir un buen plan de negocios para comercializar a posteriori la historia y lecciones derivadas de tan exitosa misión. Incluso se planteó el porcentaje que le debiera corresponder a la Universidad de los derechos exclusivos para llevar las experiencias adquiridas a un libro y al cine. La Facultad de Ingeniería quería estar segura que los estudiantes-guerreros supieran: interpretar mapas, construir puentes (cuando fuera necesario) y disparar proyectiles. La Facultad de Humanidades, por su parte, era consciente de que resulta viable razonar con los dragones, y propuso un curso para aprender a hablar Dragonés y Cómo Negociar con Dragones. La Facultad de Derecho se ocupaba de todo lo relacionado con los derechos de los dragones y las potenciales demandas y querellas, por lo que sugirió un curso de Introducción al Derecho para lo nóveles guerreros. La Facultad de Artes quería asegurarse que el gran público fuese capaz de conocer cómo eran los dragones en realidad, por lo que propuso sendos cursos de fotografía y dibujo. La Facultad de Ciencias deseaba aprender sobre los hábitos y la historia evolutiva de los dragones, por lo que propuso un curso básico de biología y evolución para los estudiantes del Master. La Facultad de Medicina estaba preocupada por que los estudiantes no supieran, llegado el momento decisivo, cómo matar un dragón, lo que era perfectamente posible si no eran capaces de entender la constitución física de los dragones, por lo que un curso de anatomía era imprescindible. 

Como ya hemos mencionado, esta Universidad era la más prestigiosa en la Tierra. Consecuentemente, sus académicos estaban muy ocupados trabajando en Proyectos de Investigación financiados con fondos públicos y gubernamentales y además viajando por el mundo dictando conferencias o trabajando como consultores y asesores de empresas y ONGs. En realidad, enseñar no era una tarea que les gustase demasiado y odiaban tener que desarrollar nuevos cursos ya que significaba mucho tiempo y esfuerzo. Estaban dispuestos a crear algunos cursos nuevos, pero la verdad, los cursos de postgrado para Master nunca fueron una prioridad. Por tanto, decidieron escoger cursos del currículum existente que pudieran ser útiles para los futuros cazadores de dragones. De ésta forma los estudiantes obtendrían una educación general amplia y global que les sirviese adecuadamente. Cuando terminaron, este fue el Currículum que diseñaron: 

Primer Semestre: 

- Introducción al Dragonés 
- Conceptos Legales Básicos 
- Introducción a la Fotografía 
- Introducción a la Anatomía 
- Fuerza y Materiales 

Segundo Semestre: 

- Introducción al Dragonés II
- Libertades Civiles y Derechos Animales 
- Introducción al Dibujo 
- Anatomía de los Dragones 
- Física de los proyectiles 

Todos estuvieron de acuerdo que sin duda habían creado un magnífico currículum, pero resultaba difícil cubrir todo lo necesario en un Master de un año, por lo que decidieron ampliar el Master en Caza de Dragones a un programa de dos años. Este fue el currículum que acordaron para el segundo año: 

Tercer Semestre: 

- Negociación Básica 
- Historia Militar 
- Introducción a la Ética 
- Biología Evolutiva 
- Introducción a la Cartografía 

Cuarto Semestre: 

- Introducción a la Ciencia Política 
- Marketing Básico 
- Finanzas Básicas 
- Introducción a la Informática 
- Logística 

Todo el claustro de profesores, los académicos miembros del comité y los asesores consultados acordaron que el MCD contaba con un excelente currículo, completo y bien equilibrado y cubría todo lo que un estudiante necesitaría saber. Se reclutó un grupo de veinte estudiantes para el MCD quienes se graduaron al cabo de dos años, la mayor parte de ellos con muy buenas calificaciones. Los jóvenes entusiastas, al día siguiente de la ceremonia de graduación se lanzaron a la aventura de combatir a los dragones. 

Tres de ellos fueron incapaces de recaudar fondos para financiar su expedición y tuvieron que dedicarse a otras actividades. Otros cinco de los restantes formaron un equipo de cazadores de dragones, pero tuvieron muchos problemas de convivencia y les resultó muy difícil trabajar juntos. Uno de los integrantes del equipo mató a un compañero y los tres restantes le mataron a él. Luego, huyeron y nunca mas volvió a saberse de ellos (hoy se encuentran prófugos y buscados por la INTERPOL.) 

Los restantes doce fueron más exitosos. Formaron tres equipos de cuatro, bien financiados y donde las relaciones eran buenas y reinaba el espíritu de trabajo en equipo. Desafortunadamente, el primero de estos equipos nunca pudo encontrar un dragón al que matar, pese a que dedicaron mucho tiempo a su búsqueda. Finalmente, crearon una compañía que se dedica a entrenar y formar cazadores de Dragones. 

El segundo equipo efectivamente encontró un dragón. Desgraciadamente, eso ocurrió por que el Dragón les encontró a ellos primero. Trataron de razonar con la bestia, pero sólo uno de ellos pudo recordar suficiente Dragonés como para hacerse a entender (ya que había pasado más de un año desde el curso de Introducción al Dragonés). Sin embargo, el graduado que hablaba Dragonés fluido, era el único que no superó el curso de Negociación. Logró enojar enormemente al Dragón al exigirle insistentemente y de malas maneras que no echase fuego mientras negociaban. El Dragón se comió a los cuatro miembros del equipo. 

El tercer equipo también encontró al Dragón y lo combatió. Desgraciadamente, nunca antes habían tratado de luchar con un Dragón y la bestia resultó ser mucho más rápida y con una llama mucho más caliente de lo ninguno de ellos hubiese imaginado. El Dragón persiguió a uno de los miembros del equipo, lo capturó y lo lanzó por un precipicio, luego procedió a fundir primero las armas y luego el cuerpo del segundo miembro del equipo. Los otros integrantes no tenían idea de cómo entablar un combate siendo sólo dos (sus tácticas siempre consideraban un equipo de cuatro), por lo que negociaron su rendición: Actualmente manejan las relaciones públicas del Dragón. 

Algunas conclusiones que se pueden sacar de esta historia son: Para enseñar a otros a cazar dragones, primero tienes que saber cazarlos tú. Ningún miembro del claustro de profesores cumplía con este "simple" requerimiento. ¿Dónde estaba el Dragón durante el Master? Los alumnos nunca tuvieron ocasión de enfrentar a un dragón real a lo largo de los dos años. Curioso, ¿no es cierto? 

Soy de los que piensa que uno nunca puede enseñar lo que no sabe y que sólo puede enseñar desde lo que es. Para tener verdaderos cambios educativos requerimos sincerarnos con nosotros mismos primero para, desde esa reflexión, visualizar dónde estamos, qué hacemos y cómo lo hacemos. Un docente que no sienta que debe ir más allá y buscar nuevos significados para su enseñanza, es alguien que difícilmente pondrá en práctica nuevas formas de enseñanza ni buscará adecuarlas a los estilos de aprendizaje de sus alumnos. Difícilmente implementará nuevas metodologías o buscará comprender la forma de enseñar cosas útiles para el siglo XXI. Sólo me resta agradecer a Camilo esta historia, que reproduce muy bien la realidad no solo universitaria, sino que también escolar. Al menos, acá en Chile, los programas de estudio oficiales son bastante extensos, lo que lleva a preguntarnos, ¿será necesario que los alumnos sepan todo esto? ¿los estamos enseñando a cazar los dragones? 

prof. Benedicto González Vargas Miembro de Atinachile

Gracias por pinchar la publicidad en este blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.