Hace algunos días la Sra. Ministra de Educación, Yasna
Provoste, hizo público su pensamiento respecto de las bases sobre las cuales
debe establecerse la educación pública del siglo XXI. En dicho documento,
publicado en forma especial por la prensa santiaguina, parte señalando la
extraordinaria importancia del acuerdo que en materias educacionales alcanzaron
hace poco tiempo todas las corrientes políticas con representación parlamentaria.
Hace notar que uno de los puntos más importantes de dicho acuerdo el
correspondiente a garantizar la eficiencia y transparencia de todo el sistema
escolar, a través de la incorporación de agencias acreditadoras y una
fiscalización pertinente y permanente. Valora como un gigantesco paso la nueva
"arquitectura" del sistema educativo y reconoce, en todo caso, que
todo lo anterior debe ir unido a una revisión profunda de los procesos de
enseñanza aprendizaje: "Debemos encontrar
respuestas educativas innovadoras que satisfagan de mejor manera las demandas
de nuevas competencias de la sociedad de la información y del conocimiento, y
que tengan mayor sintonía con el perfil de los alumnos de hoy, los llamados
aprendices del nuevo milenio, jóvenes que no conocen el mundo sin internet y
que están siendo diariamente expuestos a las nuevas tecnologías digitales y a
la multimedia, lo que los hace desarrollar destrezas cognitivas muy diferentes
a las de generaciones anteriores".
Ante estas palabras sólo
puedo decir dos cosas:
1. Muy de acuerdo. es urgente y necesario impulsar una
nueva mirada pedagógica, donde las competencias de manejo de información sean
relevantes para permitir convertir esa información en conocimiento
significativo.
2. Es urgente y necesario que dichos cambios curriculares y
metodológicos no olviden la dimensión ética y crítica en el uso tecnológico,
porque muchas veces nos quedamos solo en el elemento práctico (que los alumnos
ya conocen o pueden llegar a conocer sin nuestra intervención).
Agrega, nuestra
Ministra de Educación, que la escuela del futuro será muy distinta a la actual
en cuanto varios aspectos: "el primero se refiere a
la densidad tecnológica, es decir, al número de computadores y otros
dispositivos digitales por alumno. En efecto, en los próximos tres años se
triplicará la cantidad de computadores desplegados en las escuelas públicas. En
este breve plazo vamos a pasar de la tasa actual de 30 alumnos por computador a
una tasa de diez alumnos por computador, tasa muy cercana a la de países
desarrollados como España. Esto termina de consagrar a la escuela como el gran
espacio de equidad en el acceso a las nuevas tecnologías de inclusión digital.
Pero estos computadores no estarán únicamente encerrados en laboratorios o
salas informáticas, sino que se desplegarán en los diversos espacios de la
escuela (salas de profesores, bibliotecas, laboratorios, computadores
portátiles y proyectores para ser usados en clases) y tendrán asociados varios
usos educativos."
En cuanto al tema metodológico y
programático, la Ministra señala: "Para asegurar la
existencia de contenidos, haremos un gran esfuerzo por producir una generación
de recursos pedagógicos digitales y software educativos, que abarquen el
currículo e integren audiovisuales con hipertextos y simuladores."
Este último punto me parece muy importante, porque la calidad de los libros que
distribuye el Mineduc entre los estudiantes no es la mejor y, por cierto, toda
la hipertextualidad, los enlaces y el entorno digital no existen en el formato
libro. Si el país hiciera un esfuerzo (pagando más a las editoriales,
seguramente) se podría exigir a los proveedores de textos de estudio, que cada
uno de ellos tenga una réplica digital interactiva, a partir de las
herramientas que hoy son posibles de usar. Un lugar donde el estudiante pueda
poner en práctica efectiva lo que ha visto en su libro de texto.
Claro está que
todo eso implica una generación de docentes dispuestos al cambio y a la
innovación, dar una mirada más aguda (y uego intervenir) en los procesos de
formación docente que llevan las universidades e institutos profesionales y
mejorar la calidad de los profesores que recién se titulan. Sobre el tema
docente, la Ministra dijo: "trabajaremos
intensamente en la capacitación de los profesores en ejercicio, como también de
aquellos que se están formando, para asegurar que sean competentes en el uso y
aprovechamiento de esta infraestructura tecnológica".
Es de
esperar que estas intenciones puedan ser llevadas a la práctica, porque un
acuerdo nacional sobre educación, si bien es un gran paso, no asegura que haya
mejoras. Intervenir, de acuerdo a lo propuesto por la sra. Ministra es el
complemento más eficiente para llevar a buen puerto nuestro salto cualitativo
en Educación.
prof. Benedicto González Vargas
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