sábado, 7 de noviembre de 2009

Una explicación poética de lo inexacto

(por Raquel Garzón)

¿Qué tiene que ver la ficción con  disquisiciones sobre la "teoría de las cuerdas", los trasvasamientos de energía o los genes? Mucho, si la novela se llama el El mar de todos los muertos (Lumen) y su autor, Javier Argüello (La Boca, 1972). La historia comienza cuando Joaquín, un escritor que, dolor amoroso mediante decide dejar el oficio, acepta la oferta de su editor para pasar un tiempo en Mallorca.

Lo que allí sucede se desarrolla en tramas paralelas y en varias dimensiones al mismo tiempo. "Un libro del siglo XXI", que se pregunta qué entendemos hoy por realidad" fueron algunas de las ideas que sacudieron durante la presentación en Eterna Cadencia, el perodista Juan Boido y el humorista Liniers, padrinos del bautismo. "Me hizo muy visibles cuestiones que solo encontraba en libros de teoría", precisó Boido.


A su turno, Argúello explicó cómo funciona para él la relación entre ciencia y escritura "Sería interesante cronometrar el tiempo que pasamos saltando del futruro al pasado. Imaginando, por ejemplo, qué le diríasmos a alguien si nos lo encontráramos; y sin embargo, sentimos que el tempo avanza solo hacia adelante. El futuro influye en el presente tanto como el pasado." Así, mientras los físicos debaten  la dualidad de la partícula, sin poder definir si se trata de onda o de materia, , Argüello insta a explicar lo inexacto "poéticamente" y escribe ficciones que provocan una bienvenida inquietud.

Publcado en Ñ el 31 de octubre de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.