domingo, 12 de marzo de 2017

Aprendizaje basado en Proyectos: el Modelo Disciplinario de Alfabetización


El Modelo Disciplinario de Alfabetización (IDL, por sus siglas en inglés), creado en 2014 por Hilles A. Spires, Shea N. Kerkhoff, Abadía Graham y John Lee, provee oportunidades únicas dirigidas para que los estudiantes puedan resolver problemas auténticos de investigación en un ambiente colaborativo. En este modelo, la planificación, la acción y la reflexión son cruciales.

Los estudiantes dirigen su propio aprendizaje mediante el desarrollo de preguntas extraídas del mundo real y la realización de la investigación permite responder a esas preguntas. Los estudiantes también deciden qué van a crear y cómo compartirán sus hallazgos. A medida que los estudiantes adquieren nuevos conocimientos y lo integran en el proyecto, aprenden y aplican habilidades en todas las áreas de contenido.

El proceso IDL tiene cinco fases, ellas son: 

1. Haga una pregunta convincente:

 Los estudiantes empiezan con una lista de temas. Estos pueden ser derivados de las tareas y trabajos de área de contenido, unidades interdisciplinarias, noticias, libros, medios sociales y otras fuentes. A continuación, los estudiantes aprenden a escribir una pregunta convincente, esto es, una que los motiva a buscar respuestas apoyadas en pruebas sólidas. En el proceso, los estudiantes aprenden a identificar la posición y la motivación de las diversas partes interesadas.

2. Recopilar y analizar fuentes:

Después de que los estudiantes decidan sobre una pregunta convincente, recopilan y analizan las fuentes. Los estudiantes pueden utilizar una gran cantidad de recursos impresos y digitales para reunir información pertinente para responder la pregunta formulada. Es importante que el docente proporcione la instrucción apropiada en cómo conducir Búsquedas web productivas, teniendo en cuenta los sitios de información clave relativos a una disciplina en particular. Los estudiantes deben prestar especial atención a la credibilidad y confiabilidad de la información a medida que recolectan y analizan sus fuentes. Además, se sugiere que los estudiantes realicen, por lo menos, una lectura profunda de una fuente. La fuente a la que apuntan para dicha lectura debe ser una que sea desafiante y matizada y, por lo tanto, digna de un procedimiento responsable y serio.

3. Sintetizar creativamente las afirmaciones y las pruebas:

Para llegar a una síntesis creativa, los estudiantes deben sintetizar originalmente las afirmaciones o contenidos que van a exponer. Por ejemplo, un estudiantes con habilidades lingüísticas podría construir sus afirmaciones con pruebas textuales y un examen minucioso del lenguaje, mientras que uno más científico, podría construir modelos para apoyar hipótesis. Es esencial que los estudiantes puedan de justificar sus afirmaciones con pruebas apropiadas. Una vez construidas dichas afirmaciones, los estudiantes se involucran en un proceso iterativo de diseño y desarrollo de la investigación de manera nueva y original. El proceso requiere que los estudiantes demuestren un pensamiento complejo, integrando la información recopilada en textos impresos y digitales, deduciendo información, resumiendo y haciendo nuevas conexiones en el camino hacia el diseño de su producto final. 

Basados ​​en la naturaleza de su proyecto y su contenido, los estudiantes pueden elegir una herramienta digital para apoyar la presentación del mismo. Por ejemplo, los estudiantes pueden decidir crear un vídeo para representar sus nuevos conocimientos. En este caso, también deben reunir la música necesaria, hacer una narración e incorporar imágenes que manifiesten su concepto de vídeo. Lo que decidan hacer debe resultar de calidad intelectual, estética y técnica. 

4. Evaluar y revisar críticamente:

A continuación, los estudiantes evalúan y revisan críticamente las evidencias que presentarán.  Por ejemplo, un estudiante aventajado en Historia puede detectar inconsistencias en la evidencias de causas y efectos y revisar el texto para dar más fortaleza y credibilidad a las afirmaciones, mientras que un matemático podría cuestionar críticamente la lógica y revisar el texto para mejorar la precisión. Además, se requiere del apoyo permanente de los docentes para garantizar el éxito, entregando una retroalimentación de alto nivel para arribar a buenos productos finales. El modelo sugiere que los estudiantes participen previamente en un extenso programa de evaluación basado en el uso de rúbricas bien desarrolladas, con elementos incluidos que apunten a las cualidades intelectuales y estéticas que son importantes para el profesor. 

La rúbrica puede ser generada por el docente o por los estudiantes o una combinación de los dos. No se dbe olvidar que una rúbrica que es desarrollada conjuntamente por el maestro y los estudiantes, a menudo ayuda a los estudiantes a permanecer motivados durante el proyecto, ya que tienen una contribución directa a las metas de aprendizaje. 

Utilizando Múltiples fuentes de retroalimentación basadas en la rúbrica de evaluación, los estudiantes revisan sus productos. En consecuencia, van combinando la evaluación formativa y la evaluación sumativa. De este modo, puede afirmarse que el profesor está usando un poderoso enfoque pedagógico que permitirá a los estudiantes entrar en un proceso de diseño iterativo con comentarios importantes a lo largo del camino.

5. Compartir, publicar y actuar :

Finalmente, como actividad culminante, los estudiantes comparten y publican sus productos de investigación con los demás estudiantes de la clase. de esta manera no serán solo los profesores quienes verán el producto de la investigación de los estudiantes. Ellos pueden producir productos de gran variedad para audiencias tanto dentro como fuera del aula, utilizando, incluso, redes sociales para conectar con audiencias de otros países y culturas. Al crear su producto de investigación-aprendizaje y compartirlo en la web, los estudiantes tienen la oportunidad enriquecida de participar en el discurso intelectual alrededor de su nuevo aprendizaje que se extiende más allá de la escuela. No debe olvidarse que, en muchos casos, los estudiantes disfrutan compartiendo sus producciones creativas con familiares y amigos además de los compañeros de clase en la escuela. Compartir el trabajo con audiencias externas tiene ventajas cognitivas y de motivación Y apoya a los estudiantes en su proceso de verse como escritores, lectores y creadores que hacen contribuciones intelectuales más allá de la escuela. 

Sin lugar a dudas, este completo modelo cmi, que me parece adecuado para estudiantes de los cursos superiores de la escuela y universitarios, es capaz de desarrollar no solo habilidades investigativas, sino que también comunicativas y relacionales, lo que lo convierte en un gran aporte.

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