Según me entero por Educación 2020 , en la actualidad sólo un
tercio de las familias chilenas tiene a
sus niños en algún centro de educación pre-escolar (sala cuna o jardín), una cifra muy baja si las
confrontamos con las estadísticas internacionales de los países más
desarrollados y con mejor desempeño en lo que a calidad de la educación se refiere.
La encuesta en comento, llevada a cabo con el apoyo de la
Fundación Arcor y el Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile, se
propuso conocer las motivaciones detrás de esta tendencia, revelando que un
35,4% de los apoderados opta por el cuidado en el hogar y da como fundamento
que buscan pasar más tiempo con sus hijos, mientras que un 27,4dice que lo hace
para evitar que sus niños se contagien de enfermedades que puedan presentar sus
compañeros.
El estudio, llamado 1, 2, 3 Por la Infancia: Programa flexible para el aprendizaje familiar, tuvo una muestra de 7.696 personas, de las cuales 6.200 son padres
y madres de distintos puntos del país—, y se complementa con un análisis de experiencias nacionales e
internacionales en programas flexibles que promueven la participación familiar
y de propuestas de políticas públicas sobre el tema.
Alejandra Arratia, directora Ejecutiva de
Educación 2020, señaló que “los resultados de la encuesta dan cuenta de
la necesidad de avanzar a una oferta educativa más diversa en modalidades de
atención. Hoy es necesario que, junto a la oferta tradicional, las familias que
optan por el cuidado en casa también puedan acceder a una oferta de calidad
acorde a sus necesidades. La educación parvularia ocupa un rol central en el
aprendizaje y bienestar de niños y niñas, y además existe amplia evidencia
sobre los beneficios del involucramiento familiar en los procesos de
aprendizaje en la primera infancia”.
Tal como señala la directora Arratia, existe
una amplia e incontestable evidencia respecto de que la desigualdad de oportunidades se inicia en edad
pre-escolar y tiene directa relación con las habilidades cognitivas de sus
cuidadores. “Es urgente, por lo tanto,
aumentar la cobertura con pertinencia y flexibilidad. Por eso, junto a
Fundación Arcor, trabajamos en este estudio que busca impulsar políticas
públicas que no sólo contribuyan a aumentar la cobertura en educación inicial,
sino que también proporcionen herramientas a las familias para estimular a sus
hijos e hijas”, precisó.
Por su parte, desde la Fundación Arcor, María
Laura Berner, su directora Ejecutiva argumentó que “Desde Fundación Arcor entendemos
la necesidad de que exista una educación integral para la primera infancia y
eso exige la participación protagónica de las familias y de las comunidades en
el proceso educativo”.
La encuesta también revela las motivaciones
de las familias que sí tienen a sus hijos en centros pre-escolares, las
principales son estimular su aprendizaje (83%) y que socialicen con otros niños
y niñas (76%). Otro dato interesante es que los resultados muestran que las
familias tienen interés por involucrarse y participar en la educación de sus
hijos, prefiriendo establecimientos donde es posible coordinarse con la
educadora o educador en las áreas en que sus hijos deben ser estimulados (54%)
y también donde hay diversidad de profesionales que presten apoyo
complementario para el desarrollo de sus hijos (psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, entre otros),
Otra de las variables que incluyó la encuesta fue el nivel
educativo alcanzado por los padres y madres. Del análisis de estos datos, se
aprecia que padres y madres de niveles educativos bajos (hasta media
incompleta) se inclinan en un 22% por un establecimiento con una política de
inclusión específica, mientras que en el caso de los apoderados con estudio de
posgrado la preferencia sólo llega a un 11%. Por su parte, quienes han
alcanzado niveles educativos más altos (con algún tipo de estudios superiores),
se inclinan principalmente por establecimientos que tengan una adecuada
infraestructura y que cuenten con un alto número de adultos por niño/a.
También, como el nombre del estudio lo indica, se hace un análisis
de experiencias de los llamados “jardines familiares”, pero sobre ese tema me
referiré en otro artículo.
Para leer el estudio completo, pinche
aquí
prof. benedicto González Vargas
Gracias por pinchar la publicidad en este blog
¡Muchas gracias por difundirlo, vamos a sumar su enlace a nuestro clipping!
ResponderEliminarGracias a Uds., por su permanente búsqueda de una educación de calidad
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