martes, 25 de febrero de 2020

Akainik, el hermoso, mito yámana

Hoy, buscando material sobre mitos chilenos poco conocidos, me encontré este bello mito yagán sobre el arcoirirs, su temática es muy moderna, incluso, si la consideramos como parte del empoderamiento femenino y el rechazo a actitudes negativas de los hombres hacia las mujeres. Uso la ilustración aparecida en el libro de 5° Básico SM, única existente en la web referida al mito en sí.

Cuando termina la lluvia y el sol calienta las gotas que quedan suspendidas sobre los australes cielos fueguinos, es posible ver al hermoso Akainik con sus bellos colores pintados en su cuerpo.

Cuentan los yámanas (yaganes), que Akainik fue uno de los primeros pobladores de Tierra del Fuego, llegó a esas australes y frías tierras poco después de que los dioses crearan las montañas y mares, vivía en medio de los canales fueguinos y solo se relacionaba con su hermano Lem y la esposa de éste, Hanuxa, aunque a diferencia de él, ambos habitaban en el cielo. Lem, hacía brillar todo de día, pues era el Sol y Hanuxa velaba la creación por la noche, pues era la Luna.

Los más antiguos entre los miembros de estas tribus de los canales fueguinos, contaban que las muchachas amaban a Akainik, su masculina belleza y los brillantes colores con que adornaba su cuerpo, además de sus notables destrezas en la lucha y en la caza, hacían suspirar de amor a las jóvenes yaganas.

Akainik, que tenía muy buen humor, aunque a veces hería a las personas con ello, quiso jugarles una broma a sus admiradoras y fingió estar muerto. Las mujeres lloraron la pérdida del hermoso hombre, pero cuando se percataron del engaño, fue tal su rabia que entre todas lo atacaron y le doblaron la espalda dejándolo como si fuera un arco de caza, quedando curvado para siempre, de ese modo aprendería a no engañar ni a burlarse de las mujeres que lo amaban.

Pese a su estirpe divina, Akainik nunca pudo recuperarse y se fue a vivir al cielo con su hermano, sin embargo, añora la tierra y cada vez que llueve baja a ella y todos podemos ver su espalda curvada y los hermosos colores que aún conserva en su cuerpo.

prof. Benedicto González Vargas

GRACIAS POR PINCHAR LA PUBLICIDAD EN ESTE BLOG

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimado visitante, gracias por detenerte a leer y comentar, en cuanto pueda leeré tu comentario y te responderé.