En un artículo reciente me referí a las "7c" para trabajar en equipo y
señalé que pronto volvería
sobre el tema. Hoy me quiero referir brevemente a las aptitudes que es
necesario desarrollar en uno mismo para poder
trabajar en forma eficiente en un equipo. Indudablemente, estoy partiendo desde una situación
ideal y comprendo que la adquisición o desarrollo de estas aptitudes es
gradual, razón por la cual los miembros de un equipo de trabajo las van a manifestar en diferentes
niveles, algo que el jefe del equipo (o mejor aún, el líder) debe tener muy en
cuenta para aprender a calibrarlas y disponerlas en el trabajo.
Lo primero -y lo mas obvio- es algo
que podríamos denominar Espíritu de equipo,
algunos lo llaman "mística de equipo" o "identidad de
equipo", estas denominaciones significan más o menos lo mismo, esto es
dejar de lado los individualismos y anteponer el interés del equipo. No quiere
decir esto que las individualidades no sirvan, todo lo contrario, quiere decir que deben
estar puestas en función del trabajo común y no del lucimiento individual que
sacrifique el éxito colaborativo.
Por cierto, el término anterior, que suelo
usar como sinónimo de trabajo en equipo, me lleva a reconocer lo importante que
es ser colaborador,
en un equipo hay que estar dispuesto a ayudar a los compañeros (no a hacer el
trabajo por ellos, sino que a enseñarles y apoyarlos). En las escuelas es muy
común que en los grupos de trabajo, por un compañerismo mal entendido, haya
alumnos que no hagan nada y uno o dos del grupo lo hagan todo. Eso no es
colaborar. Colaborar sería enseñarles a hacer su trabajo a quienes no saben o
les cuesta más y pedir ayuda cuando corresponda, en caso de que uno no sepa
hacer algo.
Lo anterior, por cierto, obliga a ser responsable,
asumir responsabilidades en un equipo de trabajo implica aceptar las
obligaciones y actuar en consecuencia. No está mal, además, una cuota manejable
de perfeccionismo,
como dicen algunos tratados por ahí, yo prefiero llamarle impecabilidad,
me suena más alcanzable, pero hablamos de lo mismo: se trata de hacer el
trabajo bien hecho, impecable, no a medias, si tenemos un equipo trabajando
así, los resultados serán fenomenales. Por cierto que también el respeto es algo básico en toda actividad
humana y en un equipo de trabajo, más aún.
Finalmente, la lealtad no debe ser
desechada ni olvidada. Una persona leal es altamente recomendable para
integrarla a cualquier equipo, porque ese exquisito valor es prenda de garantía de que entregará todos los esfuerzos
requeridos de él para aportar al equipo y ello es impagable.
En definitiva,
trabajar en equipo y hacerlo bien, me parece, es una gran escuela de desarrollo personal por cuanto implica poner a disposición
del colectivo lo mejor de nuestras virtudes,
talentos y esfuerzos.
prof. Benedicto González Vargas
Temas relacionados: Las"7c" para trabajar en equipo.
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