En un artículo anterior me referí al uso del humorcomo herramienta pedagógica y en el nivel de Educación Parvularia no son
pocos los autores que sugieren sesiones de chistes donde participen l@s alumn@s
y la educadora. Utilizar chistes que se vinculen temáticamente con la lectura
que vendrá, permite que los niños vayan enfocándose y visualizando el tema
general del texto: ambientes, personajes, situaciones, etc. Luego de ello
podemos empezar la lectura, ojalá puedan tener algunos bits que ilustren el
cuento que se les está leyendo o, mejor aún, apoyarse con material previamente
producido a través de un power point.
Luego de la lectura es necesario comentar
el relato narrado y que los niños destaquen aquellos momentos que más les
llamaron la atención, que les parecieron graciosos o tristes, incluso, si es
posible, no está demás buscar algún momento para dramatizar la obra de manera
sencilla. Aquí es importante la creatividad de la parvularia pues deberá ayudar
a que los niños encuentren una característica o, mejor aún, un implemento que
permita personificar a los personajes de manera sencilla (un bastón o lentes
para un abuelo, un chupete para un bebé, una cartera para mamá, nariz pintada
para una mascota, etc.) Luego de que hayan escogido cada uno su personaje se
los invita a representar a partir de algunas preguntas sugerentes que hace la
educadora, por ejemplo: ¿Cómo comenzaba la historia? ¿Qué ocurrió cuando...?
¿Qué hizo o qué dijo tal personaje cuándo...? ¿Cómo fue que...? ¿Cómo terminó
la historia?
Si el resultado es bueno, tal vez pudiera hacerse una obra de
teatro con vestuario y escenografía, pero lo más importante es acercar a los
niños a la maravilla de los libros y sus historias.
prof. Benedicto González Vargas
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