viernes, 29 de mayo de 2015

El uso de celulares durante las clases, disminuye el rendimiento

Los académicos Richard Murphy, de la Universidad de Texas y Louis Phillipe Beland, de la Universidad de Georgia, son los autores de un estudio que incluyó a estudiantes de 91 colegios en cuatro ciudades inglesas. Los investigadores compararon los resultados de los exámenes entre los colegios que aplicaron estrictas normas y prohibieron los celulares y aquellos que no establecieron normas relativas a los aparatos móviles o los permitieron.

Como era de esperarse, el grupo de instituciones educativas que no permiten el uso del celular en sus aulas tuvo un desempeño de un 6,4 % promedio mejor que los otros colegios. La diferencia se ensancha en el grupo de estudiantes de bajo rendimiento, ahí los colegios que no permiten los móviles, obtienen un 14,23 %. Al respecto, Richard Murphy comenta: ?Habitualmente se considera que las nuevas tecnologías mejoran la productividad, sin embargo, no siempre es así. Cuando la tecnología tiene múltiples usos, como ocurre con los celulares, puede ser tanto distractiva como perjudicial.?

El impacto es equivalente al aumento de una hora pedagógica semanal en las clases. Esto resulta bastante evidente puesto que es necesario considerar que son, precisamente, los estudiantes con más bajo rendimiento los que se distraen más fácilmente en las clases, especialmente con los aparatos tecnológicos que tienen tantas aplicaciones, algunas incluso bastante adictivas.

Como docente, me enfrento a diario a esta situación y solo puedo señalar al respecto que, si bien valoro el informe y concuerdo en varias de sus conclusiones, me permito agregar que los profesores debemos ser capaces de abrir una puerta y validar el uso de las tecnologías en clases, permitiendo que en algunos momentos los estudiantes puedan profundizar contenidos a través del uso de sus celulares, todo ello, por cierto, bien guiado y planificado.

Transmitir a nuestros estudiantes que los celulares no son solo un aparato de comunicación familiar y distracción, sino que también una potente herramienta de investigación que, bien usada, puede potenciar las habilidades de aprendizaje.

prof. Benedicto González Vargas

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