Seis docentes de colegios municipalizados del
país (fiscales) deben dejar sus labores debido a que por tercera vez
consecutiva han sido evaluados en forma insatisfactoria. La medida, que se
aplicará en cuanto sus empleadores sean notificados, es la primera vez que se
ejecuta desde 2003 cuando se inició el sistema de evaluación docente. Según los
datos entregados por las autoridades educativas chilenas, de los 14.207
maestros a quienes les correspondía evaluarse, un 6.8 % alcanzó el nivel de
"destacado", un 58.8 % quedó ubicado en el rango de
"competente", un 31.6 % apenas aprobó quedando con el rótulo de
"Básico" y un 2.9 % fue calificado como "insatisfactorio".
De las mediciones anteriores había 26 docentes que acumulaban dos evaluaciones
"insatisfactorias", sabían ellos que una tercera les significaba la
salida del sistema público. De esos 26, solo a 10 les tocaba
examinarse el año pasado. De esos 10, 4 emigraron al sistema privado y
eludieron así la obligación de evaluarse. De los seis restantes, 3 fueron
evaluados como "insatisfactorios" por tercera vez y tres se negaron a
ser evaluados. Los seis docentes perderán sus puestos de trabajo en los
próximos días, aunque los tres primeros (que sí se evaluaron) se irán "con
un bono millonario para la casa, tal como lo establece el acuerdo". Los
tres que se negaron a ser evaluados, perdieron dicho bono.
Un dato curioso y no
menor es que a nivel nacional hubo 39 portafolios (sistema de evaluación)
objetados "por similitudes con otros más allá de lo esperable".
Independiente de que este sistema, con altos y bajos, esté funcionando
ininterrumpidamente desde 2003 y esté cumpliendo con sus normativas, lo que es
desde luego sano y recomendable. No se puede dejar de analizar si las formas en
que se está efectuando la evaluación docente es eficiente o no y si los datos
que aporta son confiables. El sistema de portafolios, que es bastante
exhaustivo y útil, peca de ingenuo al pretender que los docentes en problemas
no vayan a "compartir" algunas experiencias, ideas, comentarios,
redacciones, etc., para un docente no será difícil "enmascarar" datos
ajenos si lo necesita (los 39 pillados en "plagio" han de haber hecho
un trabajo muy burdo). En cuanto a la prueba escrita, no está claro si ésta
respeta las diferencias obvias entre docentes que atienden a distintas
realidades sociales, económicas, regionales, etc.
Por otra parte, sigo
sosteniendo que es un incentivo perverso el hecho de que los docentes
eliminados del sistema por tres evaluaciones sucesivas negativas se retiren con
un bono millonario (que no cuestiono) y que quienes alcancen evaluaciones
destacadas obtengan un incentivo muy ínfimo en sus ingresos (lo que sí
cuestiono, y mucho) Habrá que ver como sigue dándose esta realidad y cómo
mejora la Evaluación Docente en Chile y en el resto del mundo.
prof. Benedicto González
Vargas
Miembro de Atinachile
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